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2- SEGUNDA ETAPA (1855-1872) (RESIDENCIA EN EE.UU)

El bambuco (1857)    

   

Para conjurar el tedio

De este vivir tan maluco

Dios me depare un bambuco,

Y al punto, santo remedio.

 

Buena orquesta de bandola

Y una banda de morenas,

De aquellas que son tan buenas

Que casi basta una sola.

 

¡Y aquí de los granadinos!

¡Venga el cometa dragón!

Veremos el encontrón

Sin dársenos tres cominos.

Allí el poder peregrino

Del bambuco percibí;

Jamás, desde que nací,

Me sentí más granadino...

La casa del cura (1858)

Allá en mi Nueva Granada,

Viajero, tienes posada

      Bien segura.

Hay una casa de todos:

      La del Cura.

 

Pobre o rico, enfermo o sano,

Muéstrelo grande o villano

      Su figura,

Sabe que es casa de todos

      La del Cura.

 

Viejo, huérfano, mendigo,

Todo el que anda sin abrigo

      Ni ventura.

Tiene la casa de todos:

      La del Cura.

 

Nido y miajas de pan

Allí el ave, sin afán,

      Se procura,

Que, al fin, es casa de todos

      La del Cura.

 

Ve a la plaza del poblado,

Y de la torre al costado

      Con lisura;

Busca la casa de todos:

      La del Cura.

 

Sobre el techo el aire mece

Árbol que a todos ofrece

      Su frescura,

Porque es la casa de todos

      La del Cura.

 

Una cruz sobre la puerta

Dice a todos: «Siempre abierta,

      Siempre pura,

Esta casa es la de todos:

      La del Cura».

 

No verás allí esplendor,

Que oro no alivia dolor,

      Ni es ventura;

Pero es la casa de todos

      La del Cura

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