Poesía
"De que soy poeta apenas tengo estos datos: Que no sirvo para nada, sino para hacer versos"
Rafael Pombo es el autor de algunos de los mejores poemas del siglo XIX producidos en Colombia; posee gran versatilidad, pues utilizó variadas formas poéticas, desde las más clásicas hasta las más populares (fábula y leyenda local). Además, escribió cerca de quinientos poemas originales, lo que hace que su obra sea vastísima.
Casi toda su producción está impregnada del aroma de un amor nunca satisfecho. Más que un poeta del amor, Pombo canta a la amada, y más aún a la compañía de la amada. En efecto, la mujer amada es, para el vate bogotano, la suma e interpretación de toda la creación. Al lado del Pombo sentimental encontramos, por momentos, un poeta preocupado y angustiado por los grandes problemas metafísicos. En ese campo, la religiosidad de Pombo se torna a veces en misticismo.
Ligado a lo anterior, puede decirse que hay una evolución en su poesía: desde el desarraigo romántico, la sátira contra la sociedad, la rebeldía religiosa con visos de blasfemia, pasando por temas populares y nacionalistas, luego llega hasta la afirmación tradicionalista y católica donde la angustia romántica pierde fuerza (en su vejez) y por fábulas y cuentos en verso dedicados a los niños.
Con Pombo nace, en un entorno de acento todavía colonial, una poesía nueva en el continente. Su lírica funde subjetividad y meditación filosófica, reflexivo sentimiento del amor y de la naturaleza, pálpito religioso y aprovechamiento de la experiencia. Dios, la naturaleza y la mujer son protagonistas en su obra, así como la rebeldía, el vigor y la ironía, por lo que resulta una extraña suma de autor entre devoto y demoníaco.
Su obra se puede dividir en tres ciclos que corresponden a tres momentos de la vida del poeta:
1- Primera residencia en Bogotá (hasta 1855) donde se encuentran poemas de tono y tema románticos.
2- Residencia en Estados Unidos (1855-1872) donde se encuentran poemas de tema folclórico en los que se observa una transición hacia la madurez del poeta, pues se da un acercamiento al costumbrismo.
3- Segunda estadía en Bogotá (1872-1912) periodo en el que su poesía desemboca en una manera tradicionalista, conservadora y religiosa que le da un tono clásico a varios poemas de su madurez y vejez.